Diario onírico


Llevar un registro de tus experiencias oníricas es un punto básico. Este hábito estimulará el recuerdo de tus sueños y te ayudará a descubrir tus aspectos más ocultos y a comprender los mensajes de tu inconsciente.

Por las noches, antes de ir a dormir, toma la precaución de tener junto a la cama un cuaderno destinado exclusivamente al registro de tus sueños. Esto actuará, como una sugerencia definida de que a la mañana siguiente, recordarás lo que has soñado. Por otro lado, si te despiertas durante la noche, podrás registrar la escena experimentada casi simultáneamente. Cuando despiertes, intenta mantenerte tranquilo. Es fundamental estar en calma para revivir las escenas oníricas. Mantén los ojos cerrados, permanece sentado y comienza a pensar. ¿Qué estaba pasando hace un momento? ¿Qué estaba sintiendo y haciendo? No insistas en recordar al instante la totalidad del sueño. Relájate. Espera un momento. Una sensación del sueño llegará hasta ti. Síguela, ve hacia dónde te lleva. Pronto comenzarás a recordar escenas completas. Ese es el momento en que puedes comenzar a escribir.

Diario onírico Interpretación de los Sueños

Antes de acostarte, programa tus cerebros para recordar tus sueños.

¿Cómo redactar tu sueño?

Estos seis requisitos deben estar en tu agenda onírica:

  1. Notas del día. Antes de irte a dormir registra cómo fue tu día. El principal objetivo es resumir tus pensamientos, sentimientos y acciones.
  2. Fecha y hora del sueño. Registra el día y el horario, si es que te despiertas durante la noche, en que h,i tenido el sueño.
  3. Título que lo identifique. Este punto es importante, porque te obliq, a hacer un primer análisis. Deja la línea en blanco hasta la mañana siguiente. Después de registrar el relato del sueño, escribe en letras mayúsculas un título que dé relieve a la trama.
  4. Relato. Lo mejor es respetar el orden cronológico de las secuencias. Narra los hechos en pasado y no intentes interpretar los acontecimientos. Registra todo lo que puedas recordar. No juzgues las imágenes. Este es un momento para registrar, no para analizar.
  5. Observaciones. En las observaciones anota todos los datos complementarios que no consignaste en el relato propiamente dicho; por ejemplo, si las imágenes fueron en blanco y negro o en color, los sentimientos e impresiones que surgieron.
  6. Análisis. Este punto del registro es el más complejo, ya que te obliga a interpretar las configuraciones oníricas. Si todavía no cuentas con las herramientas de análisis, no te preocupes. Guíate por el sentido común y por tu intuición.

Las sensaciones activan la memoria

Otro método efectivo para recuperar un sueño es dejarse llevar por las sensaciones que provocó. A lo mejor no recuerdas ninguna escena, pero sí ciertas emociones que surgieron mientras dormías. Trata de revivirlas. A través de esas emociones podrás ir reconstruyendo las áreas que no recuerdas.

Si a pesar de reconocer las sensaciones no puedes recuperar el contenido del sueño, no te preocupes. Los que no se recuerdan no están desaprovechados. Experiencias bastante comunes sostienen que los sueños olvidados tienen su efecto. Hay investigadores que sugieren que la disposición de ánimo con que despertamos es un resultado de nuestras experiencias en estado de reposo y de sueños olvidados, especialmente cuando ello difiere notoriamente de cómo nos sentíamos en el momento de ir a dormir.

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Categoría: Interpretación de los Sueños.






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