Acercarse al sueño lúcido
EL ESTADO SEMILÚCIDO
Existen muchos grados de lucidez y día tras día se están descubriendo más e investigando mejor. Uno de ellos es el estado semilúcido; en él, podemos experimentar una luz más intensa, un punto de sensibilidad emocional más alto y una claridad más profunda de nuestra mente, todo ello sin ser del todo conscientes de que estamos soñando. Una buena prueba para saber qué grado de conocimiento y lucidez hemos conseguido es intentar volar. Dejemos que el acto de volar sea la prueba y la afirmación de reconocimiento en el sueño.
ACERCARSE AL ESTADO LÚCIDO
El estado lúcido es tan claro, racional y vivo como el de vigilia, y por eso a veces resulta muy difícil distinguirlos. Sin embargo, una vez que nos hemos percatado de que estamos soñando, parece que nos movemos hacia un conocimiento más alto. Todo se vuelve excepcionalmente claro y muchas veces hay un sentido de inquietud o de emoción más profundo, ya que percibimos más luz, colores más brillantes y un espacio mucho más amplio. Tanto la vista como las ideas y los sonidos se experimentan con mucha intensidad.
Cuando esto ocurre, sabemos que hemos alcanzado un estado de lucidez y que tenemos que decidirnos a mantener el equilibrio entre el contenido del sueño y el conocimiento consciente sin que ello nos devuelva al sueño normal o, simplemente, nos despierte. Para mantener la concentración, debemos establecer una referencia estable; normalmente se tiende a escoger las propias manos o alguna otra parte de nuestro cuerpo, lo cual permite mantener la lucidez. A menudo es necesario seguir estos consejos con mucha concentración para realizar lo que hayamos programado cuando alcancemos el estado lúcido.
Una vez que hayamos conseguido concentrarnos, podemos cambiar la orientación y el contenido del sueño. Puede que encontremos la solución a ún problema, formulemos preguntas, superemos obstáculos, descubramos nuevas maneras de hacer cosas, inventemos algo u obtengamos ideas, alternativas o inspiración. Podemos pedir ayuda, curación o una experiencia espiritual. Puede que visitemos Júpiter, Neptuno o las pirámides de Egipto. Controlaremos el Universo. Nos tendremos que acordar, sin embargo, de que debemos mantenernos centrados, estar en paz y reafirmar nuestros propósitos para cuando alcancemos el estado lúcido.
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Categoría: Tablón de Relatos.
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