¿Cómo te pueden ayudar los sueños a vivir mejor?


Los sueños no sólo tienen que ver con problemas y asuntos que ocupan nuestra mente justo antes de retirarnos a descansar, sino que también nos proporcionan intuiciones y nos revelan aspectos sobre:

RELACIONES: es decir, cómo nos va con los demás, qué problemas hay y qué soluciones podemos encontrar. Puede que le muestren la raíz de la dificultad actual o algún aspecto que le había pasado desapercibido. Los sueños le ayu­darán a ver las cosas desde otro punto de vista para que así pueda compren­derlas mejor.

ACTITUDES: Todos tenemos diferentes actitudes hacia el trabajo, la gente y las circunstancias en general; además, hay unas creencias que acompañan a esas actitudes.Todas, tanto unas como otras, afectan en gran modo a nuestra vida cotidiana. Los sueños suelen indicar los conceptos falsos o la mala com­prensión de éstos que nos están privando de progresar; además, nos señalan cuál es la mejor forma de corregir esas situaciones difíciles.

LA CONCEPCIÓN QUE TIENE DE SÍ MISMO: Un sueño es un espejo del alma que nos da la imagen perfecta de nosotros mismos y de las situaciones en las que nos encontramos —de las que tenemos que sacar algo en claro—. En nume­rosas ocasiones, los sueños nos revelarán contenidos muy importantes, nos mostrarán aspectos de nosotros mismos que desconocíamos y nos permiti­rán saber con precisión qué papel jugamos en cada circunstancia de nuestra ‘vida; finalmente, nos describirán la imagen que creemos que damos al exte­rior para que podamos compararla con la real. (Los personajes que aparecen en los sueños nos ayudan a tomar conciencia de todos estos aspectos.) En sueños puede que hagamos de reyes o de sirvientes, de caballerizos, de soli­tarios, de derrotados o de vencedores. Unas veces guiamos y otras somos guiados, empujados a hacer algo, ignorados o incluso manipulados.Todas estas situaciones nos proporcionan información muy valiosa acerca de nuestro estilo de vida, lo que debe ayudarnos a entendernos mejor y a dar una mayor plenitud y satisfacción a nuestra vida.

SUCESOS OCULTOS: Cuando alguien intente engañarnos, a lo mejor soñare­mos esa misma escena, o quizá veamos a alguien que lleva una máscara, un traje o cualquier otro elemento simbólico, situación que nos está diciendo: «Algo no está claro en esto, hay algo falso u oculto». Si en un sueño nos en­contramos en un lugar oscuro, la señal es evidente: la información que tene­mos sobre un determinado asunto no es suficiente, necesitamos más luz para ver con claridad antes de ir más allá; puede que sea una pista que nos advier­ta de la presencia de un peligro inminente del que no nos hemos percatado y que tiene que ver con una circunstancia cotidiana.

¿Cómo te pueden ayudar los sueños a vivir mejor? Interpretación de los Sueños

Avisos: Los sueños también nos muestran huidas, afirmaciones que nos pro­vocan un conflicto interior, la inconsistencia de algunas de las ideas en que más firmemente creemos, falsedades o pequeños engaños que se nos pue­den haber pasado por alto durante el día… Los sueños sacan a la luz todo esto con suma delicadeza, algo que es parte de su estrategia para poder protegernos.

PROBLEMAS: Durante el día solemos tratar los problemas de una forma pura­mente física, especialmente cuando la cosa no va bien. Usamos la fuerza física para insistir en algo, para cerrar una puerta de golpe o para tirar los objetos; de la misma forma, lloramos, exteriorizamos nuestro mal humor, gritamos cuando no estamos de acuerdo con algo o queremos renegar… Además, recurrimos a la fuerza mental para vencer en una conversación a nuestro oponente. Sin embargo, puede que acabemos el día con una sensación de miedo, habiendo perdido el orgullo o con una buen dosis de estrés. A lo mejor estas tácticas sirven para salir del paso en un momento dado, pero no solucionan de verdad el problema. Luego, cuando nos metemos en la cama, nos dedicamos a repasar mentalmente lo que hemos hecho durante el día y cómo ha ido todo: este proceso casi siempre va acompañado de un sueño que nos comenta cómo nos hemos enfrentado —o no— a esa situación con­flictiva. En ese instante puede sobrevenir la intuición y la información que necesitamos: puede que aparezcan escenas en las que se nos muestren las actitudes equivocadas que adoptamos o el falso orgullo que nos sirvió de escudo. El sueño nos sugerirá medidas alternativas, nuevas maneras de com­portarnos. Una pesadilla, por ejemplo, puede revelar nuestros miedos e indi­carnos que es mucho mejor no huir de ellos. ¡Los sueños también nos pue­den animar a levantarnos de nuestro estado de postración para reclamar nuestros derechos!

Los sueños nos informan por vez primera de cuáles son los problemas que están pendientes de resolución. Si ignoramos nuestros sueños, puede que éstos se vuelvan recurrentes; y si, además, no nos enfrentamos a ellos, los sueños probablemente acaben convirtiéndose en pesadillas. Desde el punto de vista físico, un dolor de cabeza puede ser el signo de problemas aún no resueltos: si no los analizamos y tratamos de corregirlos tal como los sueños nos sugieren, nuestro campo electromagnético sufrirá las consecuencias: apa­recerá en nuestra aura una mancha oscura. Más adelante, el dolor se con­vierte en una enfermedad cuya causa puede pasar completamente desaperci­bida, o puede que tengamos un accidente o que nos hagamos daño en una zona determinada. Los doctores más modernos y ortodoxos —al contrario que los de la vieja escuela— no ven ninguna relación entre nuestros proble­mas mentales y emocionales y las disfunciones de nuestro cuerpo, pero los doctores homeópatas saben ya hoy que el cuerpo, la mente y el espíritu fun­cionan como un todo: lo que funciona en una parte redunda en el bien de las otras dos, al igual que una pequeña piedra lanzada a un estanque de aguas tranquilas.Ya la sabiduría de la Antigüedad hablaba de la correspondencia entre las emociones y las enfermedades derivadas de ellas, así como de áreas muy definidas del cuerpo íntimamente relacionadas con determinadas activi­dades humanas. Por ejemplo: la cabeza representa el pensamiento; los pies, la capacidad de comprensión.

MANIPULACIONES: Mucha gente —sobre todo nuestros padres pero también nuestros jefes— tiene una forma tan sutil de manipularnos que normalmente no nos damos ni cuenta de que lo hacen, ni tan siquiera cuando ello nos afec­ta. Esto hace que nos irritemos sin saber muy bien el origen de nuestra exas­peración o, lo que es peor, nos sentimos frustrados por no ser capaces de entender el motivo de esa turbación.

Pero esto no nos sucede sólo con nuestros padres; casi todas las figuras que denotan autoridad —incluyo aquí también a familiares y amigos— nos obli­gan a hacer cosas que realmente no queremos realizar. Grabe esto claramen­te en su mente: hay una gran diferencia entre ser útil y ser utilizado; en el pri­mer caso, nosotros decidimos qué queremos dar y dónde, cuándo y cómo entregarlo; en el segundo, nos damos cuenta de que estamos haciendo algo que no nos apetece hacer, y acabamos preguntándonos: «¡Cómo he llegado a este punto?». Los sueños no pasan por alto estas manipulaciones y nos ayu­dan a observar la situación tal como es, de forma que podamos enfocarla con sensatez y sin presiones emocionales exteriores.

El simbolismo relacionado con la manipulación recurre a diferentes imáge­nes: alguien conduce nuestro coche, se nos empuja a algún lugar, nos sacan a pasear cogidos de una cuerda, etc. Búsquelos en sus sueños, pues son real­mente importantes. Dios no le engendró para que sirviera a otros, sino para que fuera libre, feliz y alcanzara la plenitud personal. Los sueños le llevarán indefectiblemente en esa dirección.

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Categoría: Interpretación de los Sueños.






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