¿Dónde vamos realmente cuando soñamos?
Según la sabiduría de la Antigüedad, en nuestros viajes astrales no sólo vamos a otros países, sino incluso a otros planos de existencia y a otros planetas.Ya habrá notado que la palabra astral significa «estrella»; por consiguiente, viaje astral significa «viaje a través de las estrellas».
Yo misma puedo recordar numerosas ocasiones en las que, al despertarme, he exclamado: «¡Bueno, ya estoy de vuelta!»; siempre de mala gana y con desilusión. ¡Está claro que el lugar del que venía era bastante más bello e interesante que aquel al que volvía! Esto me recuerda una anécdota que me gustaría compartir con usted.
Yo estaba pasando por un momento muy difícil de mi vida; llevaba como podía todos mis asuntos. En realidad, dormir parecía ser la única forma posible de reposo; pero siempre que al hacerlo me hallaba en un lugar tranquilo y apacible, acababa llegando la hora de regresar al mundo real…, y volvían todos los problemas. Recuerdo con toda viveza cómo golpeaba con rabia los pilares de mármol y me negaba con tozudez a dejar los planos celestes; no quería volver a la Tierra. Pero, en una ocasión, sentí una repentina fuerza angelical que me empujaba por la espalda, lo cual me despertó súbitamente: me hallé en la cama confundida y asombrada de que ellos pudieran hacer cosas como ésa (¡cómo podían hacerlas?)… ¡también asombrada de mí misma! (El apóstol San Pablo escribió acerca de estos «cielos» en su carta a los Corintios 12,2.)
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Categoría: Interpretación de los Sueños.
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