El fin de la persecución de las brujas
No es fácil establecer cuándo llegó al final de su locura aniquiladora la persecución de las brujas, porque el final del odio a las mujeres de Satanás tuvo aspectos y momentos diversos en cada país. Entre la mitad del siglo XVII y la segunda mitad del XVM, las persecuciones disminuyeron, debido también a una evaluación más madura y racional de los fenómenos. Contribuyeron a preparar este camino autores como Giovanni Pico della Mirandola y Cornelio Agrippa von Nettescheim, que propusieron una lectura más amplia de la cultura mágica, señalando sus características filosóficas.
Pero, al mismo tiempo, trazaron las líneas de los límites entre lo real y lo irreal, entre lo imposible y lo posible, según un método analítico dominado por la racionalidad. Sin embargo, otros muchos factores tuvieron un papel determinante a la hora de abatir el bastión de las creencias. En concreto, a finales del siglo XVI hubo un lento pero constante cambio en la mentalidad colectiva. Teólogos y juristas, condicionados sobre todo por los científicos de la época, expresaron sus dudas crecientes sobre la existencia de brujas y sus intervenciones.
Este tipo de acercamiento al fenómeno implicó a amplios sectores de la sociedad y encontró decididos defensores del pensamiento cartesiano, sobre todo en los niveles más cultos. Pero fueron fundamentales las contribuciones de científicos como Galileo, Copérnico, Kepler y Newton, que con sus afirmaciones demostraron que el universo respondía a leyes regularmente establecidas, sin verse afectadas de ningún modo por la influencia sobrenatural y la intervención de los espíritus, buenos o malos.
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Categoría: Supersticiones.
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