El futuro de la superstición
Actualmente, en este complejo entramado en que el mito se disputa con la historia el espacio de la realidad, y el sentido de lo mágico se extiende incluso a los ámbitos tradicionalmente feudo de la ciencia, toda superstición termina por promover una pretensión de autenticidad. Las creencias se atribuyen el derecho de indicar al ser humano el modo de «sobrevivir» para elaborar una metafísica elemental que traslade cada fenómeno al plano de la realidad compartida.
La superstición, en el fluctuante maremágnum de las modas, la ropa e incluso de las revoluciones, existirá seguramente siempre. Su estructura ya ha sufrido los ataques del crecimiento cultural y sufrirá otros, pero resistirá, pese a todo, y su ancestral poder seguirá insinuándose entre los seres humanos, conduciéndolos a universos dominados por la irracionalidad.
Espacios lejanos que, según la ilusión de nuestras creencias, albergan repuestas perseguidas desde siempre, para ser un poco menos frágiles y algo más seguros. Todo ello con la conciencia del «no es verdad, pero me lo creo», el teorema de los hombres sencillos que, armados con un cuerno o una herradura, con valor, a pesar de todo, cada día se lanzan al torbellino de la vida tratando de poner a salvo su alma.
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Categoría: Supersticiones.
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