Explicación de los símbolos de la tabla 1
La letra o símbolo corresponden al versículo «He aquí que yo estoy preparando una cosa nueva que está a punto de germinar» (Is. 43, 19). El significado del versículo es tan claro que no es necesario dar explicación alguna.
La letra o símbolo corresponden al versículo «Delante de mi nombre él se estremecía» (Mal. 2, 5). El significado, naturalmente, alude a un éxito, a un triunfo sobre alguien.
La letra o símbolo corresponden al ver. sículo: «Y se perdieron detrás de los dioses paganos» (Heb. 8, 33). El significado es que hemos seguido o estamos siguiendo una pista falsa, un sendero equivocado, una falsa ideología, o amando a la persona equivocada.
La letra o símbolo corresponden al versículo: «A fin de que tú menciones el día de tu éxodo de la tierra de Egipto, todos los días de tu vida (Dt. 16, 3). «Salir de Egipto» tiene para el pueblo hebraico también el significado de salir de la maldad o del pecado». Debiendo recordar cada día «la salida de Egipto» nos rememorará los tiempos tranquilos y también el cansancio para conseguir esa tranquilidad.
La letra o símbolo corresponden al versículo: «La caridad caminará delante de él y se hará como camino a sus pasos» (Sal. 85, 14). La invitación es a la caridad, a la comprensión, a la ayuda dada o ayuda a ofrecer a nuestro prójimo.
La letra o símbolo corresponden al versículo: «Yo lavo mis manos en la pureza» (Sal. 26, 6). Indica una clara invitación a un deseo de elevación espiritual, al amor no ligado solamente a la pasión; pero, también, a un deseo de aclarar en cada caso particular nuestros asuntos y nuestras acciones y actividades de trabajo.
La letra o símbolo corresponden al versículo: «Presta atención y escucha» (Dt. 27, 9). El significado es clarísimo, es una invitación a la atención y a la cautela.
La letra o símbolo corresponden al versículo: «Con labios jubilosos te alabará mi boca» (Sal. 63, 6). El significado de la oración con respecto al corazón, invita al reconocimiento en las relaciones de quienes se aman. Se refiere también a los asuntos y ayuda a mantener óptimas relaciones con las personas con las cuales estamos en contacto para nuestro trabajo.
La letra o símbolo corresponden al versículo: «Buena inteligencia tienen aquellos que escuchan palabras sabias» (Sal. III, 10). La respuesta es una clara invitación a la moderación y a la prudencia.
La letra o el símbolo representan el versículo: «Una respuesta dulce hace entrar la ira» (Pr. 15, 1). Clara invitación a ser diplomáticos en cada campo.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Que no haya rotura» (Sal. 144, 14). También esto es claramente una invitación a no romper con amigos, parientes, personas queridas, socios.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Oh mujeres que os sentís seguras, ofreced oídos a mi dedo» (Is. 52, 9). La frase se comenta por sí sola, invita a no fiarse de los tiempos buenos, durmiéndose en los laureles.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Quien se mofa del pobre ultraja a su Creador» «(Prv. 17, 5). No es necesario el comentario, está clarísimo que se aplica tanto a sí mismo como a los demás.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Sus hijos están en dificultad y no lo sabe» (Jb. 14, 21). Por los «hijos» se entiende, también, personas que dependan de nosotros y necesitan ayuda o control inmediato.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «No te alejarás» (Dt. 17, 11). El significado es claramente una invitación a no cambiar de las posiciones obtenidas en cada campo.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Una rama de árbol es fecunda cerca de la fecundidad» (Gén. 49, 22). Deberemos volver a nuestros orígenes para encontrar frutos y éxitos: puede referirse a volver a un viejo mundo, a los padres, a un amor de juventud, a nuestros orígenes. Pero existe, también, el juego de palabras dado por el vocablo hebraico que lleva la misma grafía y puede leerse tanto «ojo» como «fuente». En este caso, «volver a los orígenes» os preservará del mal de ojo.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Aquel que no alza el vuelo no acepta dones de corrupción» (Dt. 10, 17). No intentemos nunca, pues, corromper a un justo. No nos dejemos corromper por un deseo de soberbia.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Quien se acueste con una bestia, morirá» (Éx. 22, 17). Quien se acuesta con un «animal», obviamente está condenado.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Descubre la orilla y pasa el río» (Is. 47, 2). Es decir, decídete a realizar un paso importante.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «No tengas confianza en ti hasta el día de tu muerte» (Ab. 2, 4). Clara invitación a no ser soberbios.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Entonces se llenó de risa nuestra boca, y de júbilo nuestra lengua» (Sal. 127, 2). Es una oración muy feliz, que habla de amor y de prosperidad.
La letra o el símbolo corresponden al versículo: «Él bendecirá el fruto de tu vientre» (Dt. 7, 13). La explicación es clara, feliz embarazo y feliz maternidad.
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Categoría: Leer el Café.
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