Feng shui: las puertas
Se considera una condición esencial para promover la circulación de la energía que entra y debe salir por la casa.
Si la puerta se ubica hacia el sur, se estimula en exceso el diálogo pudiendo producir peleas.
Si se ubica hacia el sureste, se contribuye a un buen diálogo y armonía. Si es al suroeste, se aporta calma y paz. Al este se benefician los estudios y el aprendizaje.
Si es al oeste se aporta sociabilidad, romance y dinero. Al norte se propicia el descanso y el reposo, lo que no es bueno para la energía que debe ingresar con fuerza al hogar.
Al noreste, se puede afectar a la salud. Al noroeste, se propicia el orden, la armonía y la buena vibra.
Tan importante como su ubicación es su tamaño, debe ser grande para dejar entrar la energía y proteger al hogar a la vez.
De materiales macizos y robustos, idealmente debe ser muy firme. Es ideal que sea de color claro para que aporte luz.
Al ingresar debe abrir perfectamente sin toparse con otros objetos que corten la energía. Se deben despejar los pasillos y los espacios de tránsito.
Si se trata de un departamento, la puerta de ingreso será el acceso desde la calle.
Ahí no es mucho lo que se puede hacer, quizás sugerir que se incluya una buena luz y evitar que sea de vidrio o cristal.
Si no, lo importante es que la puerta al departamento, sea sólida y clara, incorporando en su ingreso un «limpia-pies» para dejar la suciedad fuera.
Si existe una escalera junto a la entrada, se produce en rebote de la energía saliendo por su camino de ingreso en vez de entrar a la casa. Es una situación simbólica que indica que todo es más difícil de retener, el dinero, la salud, la buena suerte y las oportunidades se pueden diluir.
Se pueden cortar este problema instalando un espejo, que refleje el Qi hacia el interior de la vivienda.
Al abrir la puerta de entrada no debe verse la puerta de salida de la cocina o del patio trasero, porque esto no permite que el Qi circule dentro de la casa, ingresando por la puerta principal y saliendo de inmediato por la puerta trasera. Esto se puede impedir usando un biombo, un mueble o una cortina que permita que rebote al fondo y pueda circular libremente por la casa.
El recibidor contiguo a la puerta principal debe ser luminoso, espacioso, despejado.
Si es un espacio oscuro, se puede iluminar con cuadros vivos o con luz artificial que otorgue una mejor atmósfera para la casa.
En cuanto a las puertas del interior, debemos tratar de que no se ubiquen muy cercanas a las esquinas, esto producirá una fuga de energía importante.
Tampoco una habitación debería tener más de una puerta, para poder encauzar la energía de mejor manera.
Si las puertas se enfrentan a través de un pasillo recto, se debe procurar mantener los espacios delimitados para no invitar a entrar por ellas. Se debe crear un corte visual, una distracción que provoque un cambio.
Si hay más puertas juntas, las que incluso coinciden en sus vértices, se puede crear una invasión de la privacidad o una sensación de falta de límites.
Quizás se puede solucionar instalando objetos en cada una de ellas o pintando de colores distintos pero armoniosos, para aportar diferenciación.
Otra recomendación es que al abrir la puerta principal no se vea una esquina de la calle o un edificio, o que la calle desemboque directamente en la puerta de entrada de la casa o del edificio.
Lo otro es que siempre las puertas deben abrir hacia adentro, nunca hacia fuera porque esto evitaría el flujo de la energía positiva.
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Categoría: Feng Shui.
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