Influencia de los planetas sobre el cuerpo
Saturno. Es el planeta más elevado oscuro, pesado y lento en sus movimientos entre todos los demás planetas, por lo cual el que nace bajo su dominio tiene cuerpo de color oscuro, los cabellos negros y gruesos, la cara grande y barbuda, el estómago pequeño; respecto a su alma, es malvado, pérfido, traidor, colérico, melancólico y de mala vida, gusta de malas costumbres, aunque odia la lujuria. En una palabra, según el parecer de todos los magos, reúne todas las malas cualidades del cuerpo y del alma.
Júpiter. Como planeta dulce brillante, templado y dichoso, da al hombre que nace bajo él, hermoso rostro, ojos claros, barba redonda dientes superiores grandes y equidistantes uno de otro, color blanco un poco sonrosado y largos cabellos, Respecto del alma le hace bueno, honrado y modesto, esclavo del honor, de las buenas costumbres y del buen parecer; misericordioso, magnífico, agradable, virtuoso, sincero en sus palabras, grave en su andar, mirando a menudo al suelo. Por este concurso de circunstancias este hombre vive mucho.
Marte. El que nace bajo este planeta es cómo él, ardiente y seco, de color rojo, como los que están tostados por el Sol, de cabellos cortos, ojos pequeños, cuerpo encorvado y grosero; a cuyas circunstancias de cuerpo reúne el ser inconstante, embustero, sinvergüenza, traidor, soberbio, vengativo y amigo de sembrar discordias y discusiones.
El Sol. Este astro, llamado el ojo y la luz del Mundo, da a quien nace bajo él buenas carnes, faz hermosa, ojos grandes, mucha barba y largos cabellos. En cuanto a las cualidades de su espíritu, hay opiniones diversas; unos dicen que no tiene más que hermosa apariencia, siendo un hipócrita acabado; otros aseguran que gusta de las ciencias y alcanza la sabiduría; y otros por fin, creen que es piadoso, devoto, prudente, rico, amigo de los buenos y enemigo de los malos.
Venus. Todo el mundo sabe que los antiguos daban este nombre a la Diosa de la hermosura, y que la extraordinaria belleza que reviste este planeta ha sido causa de que se le diera también este nombre. Así, pues, todas las cualidades, ya corporales, ya de espíritu que comunica al que nace cuando él reina, están subordinadas a la belleza; es hermoso, de ojos elevados, proporcionada estatura; franco, agradable, sabio, amante de las artes (en particular de la música) y de la danza; viste con una elegancia sorprendente y su andar es airoso.
Mercurio. Este planeta ejerce sobre el que nace bajo él la siguiente influencia: le hace bien formado de cuerpo, de estatura media, barba hermosa; y respecto al espíritu le hace prudente, sutil, amigo de la filosofía y del estudio, de buenas razones, aunque no le concede muchas riquezas, recompensándole sin embargo, con dotarle de numerosos amigos. Este hombre nos dará buenos consejos, será sincero cumplidor de su palabra, incapaz de infidelidad y de traición, así como de juntarse a una mala compañía.
La Luna. Este satélite, en razón de tener más movimiento y estar más dotado que los demás astros, hace al hombre vagabundo y versátil, impropio para cualquier negocio; pero muy vivo y de una conversación rápida y variada. Se nota una cosa muy rara, y es que los ojos de este hombre son algo blanquecinos y uno siempre mayor que el otro.
Las influencias de todos estos planetas sólo obran, sin embargo, en combinación con los de todos los demás cuerpos celestes.
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Categoría: La Magia Blanca.
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