Influencia de los planetas y signos del zodíaco sobre el feto
Estando encerradas dentro del cuerpo todas las potencias que tiene el alma, es preciso confesar que le viene de cuerpos superiores y celestes. En efecto, el primer móvil que encierra por su movimiento diario todas las esferas inferiores, comunica por su influencia a la materia la virtud de existir y moverse; el globo de las estrellas fijas, da al feto no sólo poder para distinguirse según las diferentes figuras y accidentes, sino también la facultad de comunicarlas y de trasmitir el poder de diferenciarse, según las diferentes influencias de este globo. Según los astrónomos, la esfera de Saturno viene inmediatamente tras el firmamento, y el alma recibe de este Planeta el discernimiento y razón; luego sigue Júpiter, que da al alma la generosidad y muchas otras cosas; el Sol, le infunde ciencia, alegría y memoria; Venus los movimientos de concupiscencia; Mercurio alegría y placer, y por fin la Luna, origen de todas las virtudes naturales, las fortifica. Veamos cómo se verifican estas influencas.
Es preciso notar, en primer lugar, que la matriz del hombre, que ha de ser engendrada en razón a la frialdad y sequedad de Saturno, recibe de este Planeta una virtud fortalecedora y vegetativa con movimiento natural, y por esto dicen los médicos que se atribuye a Saturno la caída del esperma en la matriz, durante el primer mes de la concepción y en lo sucesivo, porque por su frialdad y sequedad, endurece y precipita el semen.
De aquí nace una duda, y es: ¿Domina Saturno en la concepción de todos los embriones? Respecto a esto debe decirse que la materia primera depende de los cuerpos celestes y sus movimientos; lo cual, según los filósofos, proviene de que todo lo que es inferior está sujeto a lo superior, y se regula por su movimiento. Así supuesto, es necesario que todos los seres inferiores de aquí abajo dependan universalmente y en particular de los del conjunto del universo, porque no se puede crear ningún elemento sin su participación ni influencia. Por esto se ha dicho que la naturaleza no obra nada en la dirección de las inteligencias superiores, y por lo mismo dijo Aristóteles en su 2° libro de la generación y de la corrupcción, que a la salida del sol, todos los animales se llenan de vida y que cuando se pone todos languidecen.
Saturno tiene dos poderes; uno, preparar la materia en general y otro, darle forma determinada; pero al decir que Saturno domina siempre en la concepción del embrión, sólo se entiende que comunica disposición que otro planeta no podría comunicar. Por lo tanto, no reina sino a ciertas horas del día y de la noche, cediendo a intervalos en su influencia para dar paso a la de otro astro diferente, que influye en otro sentido que no lo haría Saturno.
Júpiter sigue a Saturno y domina en el 2° mes, y por disposición y favor especial, prepara y pone en aptitud a la materia del feto para recibir los miembros que le han de ser propios; refuerza con su calor, de modo intenso, la substancia del feto y humedece las partes que Saturno había secado en el primer mes.
Marte domina en el tercer mes de la concepción, y con su calor forma la cabeza, distingue unos de otros todos los miembros que han de componer al hombre; por ejemplo, separa el cuello de los brazos, los brazos de los costados y así sucesivamente.
El Sol predomina en el 4° mes e imprime ya diversas formas especiales al feto; él crea el corazón y da movimiento al alma sensitiva, al decir de muchos astrónomos y médicos; mas Aristóteles es de otro sentir y sostiene que el corazón se engendra antes que todo lo demás, pues todas las partes proceden de él. Los que siguen esta opinión se fundan en ella para decir que el Sol es la fuente y el origen de la vida.
Venus, en el 5° mes, perfecciona por su influencia algunos miembros exteriores, formando otros como las orejas, nariz, huesos, el prepucio en el varón y la vulva y pechos en la hembra, y por fin separa y distingue las manos, pies y dedos.
Mercurio. Este planeta influye en el sexto mes, forma los órganos de la voz, cejas, ojos, favorece el crecimiento del cabello y da uñas al feto.
La Luna continúa la obra comenzada por los demás planetas, llenando con su humedad todos los vacíos que halla en las carnes, contribuyendo por este medio y junto con Mercurio y Venus a dar por la humedad la substancia nutritiva necesaria al cuerpo.
Saturno. Con su influjo en el octavo mes, se resfría y resaca el feto, haciéndose por lo tanto más compacto; por eso dicen los astrónomos que el feto que se engendra en el mes octavo es como muerto, según se explicará en lo sucesivo.
Júpiter, sin embargo, aparece en el noveno mes, penetra de su calor y humedad aquel feto, y lo que en aquel mes se engendra se hace fuerte , robusto, de larga vida; lo que le comunican aquellos agentes.
Aparte de los planetas, tienen también influencia sobre el feto los doce signos del zodíaco.
Aries, cuando en su signo se presenta el Sol con moderación, comunica calor y humedad y excita a la generación, por lo cual el movimiento del Sol en Aries, se ha llamado el origen y la fuente de la vida, lo que guarda consonancia con el papel que se le atribuye en la formación del cuerpo humano, que es dar nacimiento a la cabeza, por ser ésta el centro de la vida representada por el calor y la humedad.
Tauro domina sobre el cuello; Géminis sobre la espalda; Cáncer sobre las manos y brazos; Leo sobre el pecho, corazón y diafragma; Virgo sobre el estómago, intestinos, costados y músculos. Como todos estos signos pertenecen al cielo, tienen su influencia sobre la mitad superior y más noble del cuerpo. Libra obra sobre los riñones y es el origen de otros miembros; Scorpio influye en los órganos favorables a la concupiscencia, ya en el hombre, ya en la mujer; Sagitario en los excrementos; Capricornio en las rodillas; Acuario en las piernas y Piscis comunica su influencia a los pies.
Se advierte que esto no es fingido ni imaginado, y que las consecuencias de maltratar o perjudicar un miembro cuando éste se halla bajo la influencia del signo correspondiente, son terribles y que muchas imperfecciones con que nacen los niños (como joroba, sordera, mudez, etc.) se deben a esos descuidos fundados en la poca importancia que se da al influjo de los signos del Zodíaco.
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Categoría: La Magia Blanca.
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