Interpretación de sueños en Mesopotamia y Egipto


Existen pruebas documentales de que en Sumer, cuna de la civilización no semítica que pobló Mesopotamia en el tercer y cuarto milenios anteriores a nuestra era, los reyes de Lagash prestaban especial atención a sus sueños y acudían a los templos en busca de interpretación. El pueblo sumerio aceptaba el origen divino de los sueños y existía una casta sacerdotal, los ensi, especializada en la interpretación onírica. En Sumer, se practicaba ya alguna forma de incubación de sueños que consistía en acudir a pernoctar en determinados templos con el objeto de recibir, a través de ellos, directivas para la vida del consultante.

Asirios y babilonios

En las civilizaciones posteriores que poblaron Mesopotamia, como fueron, la arcadia, la asiria y la babilónica, las artes de la magia, la profecía, la adivinación y la interpretación de los sueños estaban ampliamente desarrolladas. Los sueños eran considerados como revelaciones de la voluntad divina o demoníaca. Existían unos sacerdotes, denominados shabru, dedicados a la interpretación de los sueños y también se practicaba la incubación, con la variante de que eran los propios sacerdotes u otras pesonas en las que el interesado delegaba el poder, los que recibían el sueño.

Interpretación de sueños en Mesopotamia y Egipto Interpretación de los Sueños

En el famoso Poema de Gilgamés, cuyos pasajes datan de 4000 a. C., aparecen reflejados dos sueños proféticos que constituyen una de las referencias históricas más antiguas que se conocen hasta el momento. De la misma manera, en tiempos no tan remotos, se cuenta que hallándose Alejandro Magno en Babilonia, enfermó y envió a sus generales al templo de Marduk para que recibieran en sueños el tratamiento que pudiera curar su enfermedad.

Los ejipcios

Como lo atestiguan los famosos sueños del faraón recogidos en la Biblia e interpretados por José, también en el antiguo Egipto los sueños eran un elemento importante en el conjunto de creencias. En las Enseñanzas para Merikare, obra fechada hacia 2100 a. C., el autor sostiene que los sueños son enviados por los dioses para conocer el futuro. Pero a través de los sueños se recibía también valiosa información acerca del tratamiento de las enfermedades, advertencias sobre posibles peligros y consejos o respuestas a las preguntas del soñador. Todavía se conserva lo que podemos considerar el primer tratado sobre los sueños de la historia, pues en el valioso Papiro Chester Beatty III, que data de 1350 a. C., aunque probablemente sea una recopilación de textos más antiguos, se incluye una larga serie de sueños, hasta 108, con sus respectivas interpretaciones. Del análisis del texto se desprende que el método interpretativo de los antiguos egipcios era muy mecánico, es decir, a cada imagen onírica correspondía un determinado significado; sin embargo, tal clave interpretativa podía estar basada en un juego de palabras o en una inversión del sentido.

En el transcurso de los siglos la incubación de los sueños se convirtió en una práctica más habitual y muchos templos fueron famosos por los mensajes que en ellos se recibían durante el sueño, siendo los consagrados a Isis y Serapis los más importantes.

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Categoría: Interpretación de los Sueños.






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