Los arcanos del tarot: El Sol

Este Arcano nos muestra la conciencia de los límites, es el conocimiento, el foco de energía, el reino de la luz descubierto y sin velos, el maestro que se nos revela. Se relaciona con el alma, con la eternidad. Es la gloria, la felicidad material, el placer, la energía, las motivaciones, inspiraciones creadoras. Es posible que se augure un matrimonio o una relación feliz.

En cuanto a la numerología es un número kármico de prueba. Nos previene contra el orgullo, la prepotencia, el despotismo, si es que padecemos estos defectos. Si somos positivos, tendremos más generosidad, colaboración, vitalidad y éxito. En la cultura hebrea se relaciona con el esplandor del fundamento.

Simboliza la individualidad del consciente y el inconsciente. Es decir, el sol da luz pero también sombra y éstas se complementan. Es una carta opuesta a El Diablo.

Los arcanos del tarot: El Sol Tarot

A nivel psicológico es franqueza, inteligencia, creatividad. Espiritualidad, imaginación, mucho idealismo. Es el lado masculino de toda personalidad, es decir, la objetividad, la racionalidad, la claridad. Hace alusión a un personaje muy fuerte en nuestra vida, puede ser nuestro padre, un profesor, un jefe, un líder.

Se cree que trae riqueza material y el triunfo en cualquier proyecto que nos propongamos. Mucho optimismo y confianza en los éxitos. Se augura buena salud, pero si algo estaba fallando puede ser el corazón que lo provoque. Se termina una época oscura y comienza algo lleno de claridad.

El Sol además de dar luz da riquezas, da alegría a los niños, sensación de bienestar, brillo, calor, esplendor. Tranquiliza y exalta al ser humano. Es el despertar de la conciencia, la claridad luego de una noche de sueños, es inquietante y emocional. Todo lo oculto puede ser revelado por el sol, todo lo sagrado, a través de él nuestra esencia puede crecer. Representa la razón, la reflexión, la objetividad. Sentimientos de satisfacción.

Si nos sale invertida, serán molestias, arrogancia, vanidad. Sin embargo, nunca es una carta negativa. Quizás muestre un fuerte deseo de figurar pero nada que no se pueda controlar.