Para qué sirve la superstición
La superstición pretende analizar la realidad y transformarla de acuerdo a sus prácticas simbólicas, que se cree pueden condicionar los acontecimientos naturales. «¿Por qué está condenado a sufrir el hombre?», se pregunta la mente atormentada por el dolor. La superstición responde: «Porque algo o alguien maligno ha echado el mal de ojo a la persona que sufre». La respuesta es por supuesto inadecuada, pero no deja de ser una respuesta. Es más, ¿acaso no hay muchas personas que admiten la existencia del destino, cuya lógica y excesivo poder escapan a la consideración humana? Gatto Trocchi, en el libro La magia, afirma:
A veces, admitir la presencia de la casualidad en los destinos humanos es tanto como reconocerse impotente ante ellos. En esos casos es mejor poseer la fórmula mágica para alejar el mal de ojo y devolver inesperadamente la salud perdida.
La superstición se sirve de prácticas que se repiten invariablemente con idénticas fórmulas y acciones. No tenerlas en cuenta justificaría que sus efectos no aparecieran. Para los supersticiosos, las causas de las anomalías son parte de un equilibrio del orden natural que puede estar determinado por el incumplimiento de reglas, por la magia o por el poder de fuerzas que escapan al control del ser humano, pero que no provienen de Dios.
De un modo racional, podríamos considerar la superstición como un conjunto de experiencias que se basan en el efecto de las emociones dentro del sentir humano. En realidad, mientras que las teorías del conocimiento están dictadas por la lógica, las de la superstición están influenciadas exclusivamente por ideas a menudo opuestas entre sí. En líneas generales, parece evidente que los procedimientos relacionados con la superstición se consolidan mayoritariamente en aquellas realidades donde el día a día está aquejado de incertidumbres y calamidades, que no pueden resolverse con los medios de la ciencia o la fe.
La superstición es el intento de contrarrestar todo lo imprevisible y justificar aquellos obstáculos que impiden al ser humano alcanzar un resultado concreto y determinado. En general, la superstición es un fenómeno de muchas caras en el que confluyen tensiones y necesidades muy diversas entre sí. De ahí, que para valorar los aspectos culturales de la superstición sea necesario reflexionar sobre el contexto en que se manifiesta el fenómeno, sin olvidar sus características propias de difícil generalización.
En la conciencia del supersticioso, la relación causa-efecto está condicionada por reglas ajenas a cualquier relación natural, pero vinculadas a un enfoque mágico de la realidad. Sin embargo, la creencia en el poder de la superstición es, a menudo, la causa del desdoblamiento psíquico de los sujetos que se creen víctimas de magia negra.
Califica este Artículo
Categoría: Supersticiones.
Deja una respuesta