Personalidad según rasgos faciales: dientes, barba y cuello
De los dientes
Los dientes pequeños y cortos son mirados por los antiguos fisonomistas como señal de constitución débil, y los largos como indicio de flaqueza y timidez.
Los dientes blancos y que al abrir la boca no se muestran del todo, anuncian decididamente en el hombre hecho, entendimiento elegante, y corazón bueno y puro. No porque tenga uno de los dientes desiguales, y cariados debe su carácter dejar de ser amable; pero este desarreglo físico proviene las más de las veces de alguna enfermedad o mezcla de imperfección moral. El que no tiene cuidado de sus dientes, que no procura al menos tenerlos en buen estado, ¿deja traslucir sólo por esta negligencia sentimientos innobles?
Si hemos de dar crédito a Aristóteles, el que tiene desiguales los dientes es envidioso. Largos y fuertes, son indicios de temperamento robusto, y prometer una vida tenaz.
De la barba
Para estar en buena proporción, dice Heider, la barba no debe ser ni puntiaguda, ni hueca, sino lisa. Una barba saliente anuncia siempre algo positivo, mientras la significación de una metida hacia adentro es siempre negativa. Frecuentemente el carácter de energía se manifiesta por la barba únicamente. De éstas, hay tres especies; las que son metidas hacia adentro, las que miradas de perfil vienen perpendicularmente con el labio inferior, y las que exceden a éste, es decir, las puntiagudas. La primera de estas especies, que se podría llamar barba femenina, pues se halla casi siempre en este sexo, da que sospechar algún tanto de debilidad. Las barbas de la segunda clase inspiran confianza. Las de la tercera indican entendimiento activo y despejado, con tal que no formen arco, pues esta forma exagerada conduce de ordinario a la pusilanimidad y avaricia.
Una barba en medio de la cual haya una especie de corte, parece indicar sin réplica al hombre juicioso, sosegado y resuelto, a menos que esta señal no sea desmentida por otras contradictorias. Una barba puntiaguda se tiene ordinariamente por signo de la astucia. Sin embargo, encuéntrase esta forma en personas más honradas; la astucia no es pues sino bondad extremada.
Una barba blanca, pequeña y gorda la mayoría de las veces es indicio y efecto de sensualidad; llana, anuncia frialdad del temperamento; pequeña, caracteriza la timidez; redonda, con hoyuelo en medio, se puede mirar como señal característica de bondad. Una barba larga, ancha, (hablo de la parte huesosa) no se ve por lo regular sino en hombres groseros, fieros, orgullosos y violentos.
Del cuello
El espacio que hay entre la cabeza y el pecho y que forma parte de una y del otro, es significativo, como todo lo que tiene relación con el hombre. Hay ciertas especies de cuellos que son señal infalible de estupidez, al paso que el cuello bien proporcionado es recomendación segura de solidez del carácter.
El cuello alto y cabeza erguida son algunas veces indicio del orgullo y vanidad. Un cuello gordo y corto sostiene por lo regular la cabeza de un necio presumido. Los que lo tienen delgado, largo y delicado son tímidos como el ciervo, en sentir de Aristóteles, y los que lo tienen gordo y corto son naturalmente coléricos y tienen analogía como un toro irritado. Pero la mayor parte de las analogías, dice Lavater, son falsas y trazadas sobre el papel, sin que las haya dictado el espíritu de observación.
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Categoría: La Magia Blanca.
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