Prolongar la lucidez del sueño
En el libro de Carlos Castaneda Un viaje a Ixtlan, su profesor le enseñó el delicado arte de soñar; le recordó, primero, que «cada vez que miramos algo en sueños, le cambiamos la forma. El truco no sólo consiste en mirar las cosas, sino en sostener su visión». (Otra vez la concentración.) Más tarde sugiere que para poder hacer esto uno necesita centrar su atención en las manos como punto de partida y después orientarla hacia otros objetos. «Si sólo echamos una ojeada, las imágenes no cambian», afirma.
Existe una tendencia constante a combinar los símbolos de los sueños, lo cual nos lleva de vuelta al argumento del sueño o nos acerca al estado de vigilia. Por esta razón es muy importante que mantengamos un balance equilibrado entre la vigilia y el sueño.También es preciso que, a su vez, seamos capaces de distinguir claramente entre nuestra persona y las imágenes de los sueños: hay que mantener una distancia respecto a ellos. Por eso tenemos que mirarnos las manos o un punto de nuestro cuerpo hasta que nuestra identidad en el estado de lucidez sea firme y nosotros sepamos tenerlo todo bajo control.
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Categoría: Tablón de Relatos.
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