Soñé con el infierno y no podía escapar


Para empezar lo que me sucedió no se como llamarlo, no se si fue una pesadilla o algo extra normal. Eran aproximadamente las 5: 00 de la mañana sin poder dormir absolutamente nada decidí acostarme en mi cama y en un abrir y cerrar de ojos tuve varias visiones.

La primera que recuerdo fue aquella nota escrita que decía: Te amamos, no pude leer el resto he inmediatamente se vino a la cabeza la Virgen María, Dios y Jesús a los pocos segundos la otra visión que tuve fue realmente horrible, aquella mano esquelética, sucia de un color marrón oscuro, toda demoniaca me asusto demasiado sabía que tenía que ver con el Diablo. Al principio no le di mucha importancia y me quede dormida.

Lo que yo recuerdo después de haberme quedado dormida fue que 124 estaba en un lugar que parecía ser una casa, me encontraba en un patio pude notar que no estaba sola habían personas al mi alrededor, no estaban muertas ni nada de eso, todos vivos.

Una niña aproximadamente de 9 años a más se estaba quejando de lo que parecía ser un diente que estaba encima de una olla grande repleta de comida, al parecer la niña estaba muy furiosa lo pude notar en su rostro, al rato una señora se le acerco y le dijo que no hiciera mucho escándalo que la gente se podría dar cuenta, a cambio esta le daría dinero para que se callara y no dijera nada y así fue.

Yo seguí caminando por aquella casa y vi a lo lejos un cuarto, en aquél cuarto habían 2 camas en una de ellas había una chica de aspecto Tomboy o Lesbiana y al otro lado de la cama había otra chica ambas mujeres, yo me acerco poco a poco y pude notar que mi cuerpo estaba desnudo, me avergoncé de mi propia desnudes y quise escapar de ese lugar lo más pronto posible, al tratar de darme la media vuelta vi que la primera chica me miraba con ojos de deseo y placer en ese mismo instante tenía en sus manos lo que parecía ser una cámara fotografía. Pretendió tomarme fotos desnuda pero yo no me deje le dije que no lo hiciera y esta se molesto y me largo de aquél sitio.

Cuando desaparecí de aquél lugar me Tope con más personas pero esta vez la mayoría eran todos hombres, Yo solo atine a mirar el lugar dónde me encontraba, parecía ser una cocina, en aquella cocina había una mesa y en aquella mesa hombres bebiendo y disfrutando de los placeres. Todos reían a carcajadas parecía como si estuviesen festejando algo, no podía escuchar lo que hablaban, era como si nada les importaran ellos solo disfrutaban del momento. Alcohol, música, etc.

Decidí apartarme de ese sitio y hirme a otro lado, de pronto aparecí en un callejón sin salida era realmente oscuro, un lugar sucio con escaleras las paredes eran húmedas de color negro llenas de moho, yo estaba muy asustada parecía de terror, yo quería salir de aquél lugar buscaba la salida y siempre me encontraba en el mismo lugar, me sentía atrapada con mucho miedo en mi interior. Cuando subí las escaleras vi unos bloques con rejas que doblaban hacía la derecha, me detuve a observar el lugar y en un instante aparecieron rostros diabólicos todos feos, me asuste demasiado y corrí sin mirar atrás.

En el transcurso de la carrera puede ver a lejos un cuarto y en aquél cuarto vi una puerta de madera toda apolillada pensé se trataba de alguna salida, entre y de la nada apareció una cama y esa aquella cama se encontraba acostada mi Madre, pude notar que su rostro estaba enfermizo no podía moverse, no me dijo nada, era como si estuviese en estado vegetal. Me dio mucha pena ver a mi Madre en ese terrible estado. Me acosté a su lado tratando de darle consuelo.

A los minutos dos personas desnudas totalmente demoniacas con un aspecto podrido color verde hongo se acercaron hacía dónde yo estaba, no sabía lo que estaba pasando, quería hablar pero no podía, estos dos demonios me taparon de pies a cabeza con una sábana pensé que me querían ahogar pero no fue así. Cuando trate de quitarme la sábana para poder tomar aire vi una serpiente gigante encima mío, esta era de color roja tendría aproximadamente 2 metros y algo más. Su rostro era como el de un hombre malo, realmente demoniaco, quise quitármelo de encima pero no podía yo estaba muy asustada, grite, llore, suplicaba a Dios que me ayudara.

Sabía que Dios me escucharía, aquella serpiente con de cara de humano se reía de mi dolor. No recuerdo lo que me decía pero pude notar que se regocijaba mientras yo lloraba. Lo peor de todo cosa que nunca me voy a olvidar fue cuando esta misma serpiente me quiso violar, fue horrible para mi tener que hacer hasta lo imposible para que esta no me violara. Su miembro viril estaba listo para entrar en mi parte intima, yo con lágrimas en los ojos ore repetidas veces al Señor para que me ayudara a despertar, Gracias a Dios que este no pudo violarme se lo impedí con mis manos. En un lapsus vi un lago de azufre hirviendo era mucha lava de fuego que subía hasta el cuarto le dije a aquella bestia que nos íbamos a quemar, este solo se reía a carcajadas.

Mientras le oraba a Dios, el rostro de la serpiente cambio de forma dos pequeñas alas le brotaron de su rostro, con una voz fuerte me dijo que no temiera que era el Ángel Gabriel que estaba a salvo. Fue un alivio para mi escuchar eso, el ángel me tapo y me sentí segura, pero no sabía si creerle por que este seguía teniendo el cuerpo de la serpiente. Pensé que se trataría de un engaño, no sabía si creerle o no.

Por fin pude despertar… Desperté diciendo Padre, sabía en el fondo que todo lo que vi se trataba nada más y nada menos del mismo infierno, las personas en aquél lugar pecaban a su antojo. La ridiculez, el soborno, la homosexualidad, los placeres de la carne, el alcohol etc. Ahora se que realmente el infierno es real, Satanás me atormentaba sin piedad. Es realmente Asqueroso, ahora más que nada la salvación es tan importante para mi, el pecado ya no esta en mis planes, desde que me sucedió todo eso odio al maligno y todo lo que tenga que ver con el.

El infierno existe, satanás allí atormenta a las almas y en la tierra engaña y seduce a la gente. Yo ahora prefiero realmente creer en Dios y cumplir sus mandamientos, Bendito sea Dios! Lo más bonito de todo fue que después de haber llorado tanto y habérselo contado a mis Padres aunque estos no me crean. Fue que antes de haberme quedado nuevamente dormida tuve otras visiones todas realmente hermosas que se me fueron dadas por Dios cosa que todavía no las pienso escribir.

Marita

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Categoría: Tablón de Relatos.






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