Talismanes de Paracelso
La gran reputación que Paracelso ha adquirido en el mundo por su profunda ciencia, da mucha autoridad a lo que ha dejado escrito; él asegura como indubitable que si se hace con los talismanes siguientes el método que da, producirán efectos que sorprenderán a los que hagan la experiencia, y es lo que yo mismo he experimentado con gran admiración y éxito muy feliz. He aquí, de qué manera habla en su Archidoxo mágico.
Nadie puede, sin temeridad, poner en duda que los astros y planetas celestes no tengan influencias dominantes sobre todo lo que se halla en este bajo universo; pues como se ve y se conoce sensiblemente, que los planetas dominan por su influencia sobre el hombre, que es la imagen de Dios y aventajado de razón y juicio, ¡con cuánta más grande razón se debe creer que dominan e influyen sobre metales, piedras y todo lo que la naturaleza y el arte puedan producir! Porque todas estas cosas son inferiores al hombre, y más propias a recibir sin resistencias sus influencias siendo privadas de la razón y libre albedrío y que el hombre tiene esta ventaja que puede servirse de estas cosas materiales para atraer en su favor las influencias de los astros.
Pero lo que es digno de ser sabido y observado es, que los siete planetas no influyen jamás más eficazmente que la interposición de los siete metales que les son propios; es decir, que tienen simpatía con su substancia; en cuya atención los sabios cabalistas, habiendo conocido mediante la sublime penetración de sus ciencias cuáles son los metales propios a los planetas, han determinado el oro para el sol el día Domingo; la plata para la luna el Lunes; el hierro para Marte el Martes; el azogue para Mercurio el Miércoles; el estaño para Júpiter el Jueves; el cobre para Venus el Viernes, y el plomo para Saturno el Sábado.
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Categoría: La Magia Blanca.
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